Sí, puede que no sea la persona más fuerte, ni la más valiente o la más decidida. Puede que me equivoque muchas veces, demasiadas quizás… Puede que me de cuenta de lo que quiero cuando ya no lo tengo, que mi lista de caprichos sea larguísima, que mis paranoias aumenten día sí y día también; que los malos momentos sean muchos, aunque los buenos los superen. Puede que complique lo fácil, que facilite lo difícil, y también puede que tropiece cien mil veces con la misma piedra, pero ten por seguro que siempre me voy a levantar. Siempre. Para cuando quieras darte cuenta, me habrán ocurrido mil cosas y tú no habrás estado presente en ninguna de ellas, ya no dibujarás sonrisas en mi cara porque otras personas las habrán dibujado por ti y quizás ya no te quiera. Y es una auténtica pena ya que yo siempre había dicho que tú nunca me ibas a hacer daño. Y odio equivocarme, lo sabes...
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